2
Corintios 2:14-16
Una
promesa de bendición de la Palabra de Dios
tomada para bendecir tu vida.
(NVI)
Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo
siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas
partes la fragancia de su conocimiento. Porque para Dios nosotros somos el
aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para éstos
somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquéllos, olor de vida que
los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?
(DA)
¡Pero gracias sean dadas a YAHWEH, que en el Unción
de Su Espíritu, constantemente nos guía en una procesión triunfante, y por
medio de nosotros esparce en todos los sitios la fragancia de lo que significa
conocerle! Porque para YAHWEH nosotros somos aroma agradable del Unción de Su Espíritu
tanto para los que se están salvando, como para los que se están perdiendo. Para los últimos somos el olor de muerte, que
lleva sólo a más muerte; pero para los otros somos el dulce olor grato de vida,
que lleva a más vida. ¿Quién es igual a
tarea semejante?
(BAD)
Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo
siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas
partes la fragancia de su conocimiento. Porque para Dios nosotros somos el
aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para éstos
somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquéllos, olor de vida que
los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?
(PTD)
Demos gracias a Dios, quien por medio de
Cristo nos lleva siempre en su desfile triunfal. A través de nosotros, esparce
por todas partes el conocimiento acerca de él, como si fuera una suave
fragancia. Nosotros somos el incienso de
suave fragancia que es ofrecido a Dios por medio de Cristo. Esa fragancia se
esparce entre los que se salvan y entre los que van por el camino de la
destrucción. Para los que van hacia la destrucción, somos el olor de muerte que
lleva a la muerte. Para los que se salvan, somos el olor de vida que lleva a la
vida. ¿Y quién está calificado para llevar a cabo el trabajo de esparcir el
conocimiento de Dios?
(TLA)
Doy gracias a Dios porque nos hace participar
del triunfo de Cristo, y porque nos permite anunciar por todas partes su
mensaje, para que así todos lo reconozcan. Anunciar la buena noticia es como ir
dejando por todas partes el suave aroma de un perfume. Y nosotros somos ese
suave aroma que Cristo ofrece a Dios. Somos como un perfume que da vida a los
que creen en Cristo. Por el contrario, para los que no creen somos como un olor
mortal. ¿Quién es capaz de cumplir con la tarea que Dios nos ha dejado?
El suave y agradable perfume que el Señor Jesús
ha puesto en mi corazón, Su Espíritu, al ir por el camino de la vida es
esparcido dándole vida abundante a todos los que creen llevándolos a la
victoria constantemente.
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