miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Señor Jesús Es Mi Sanador.


Isaías 53-54

Una promesa de bendición de la Palabra de Dios  tomada para bendecir tu vida.

(NVI) 
¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor? Creció en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos. Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.  Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.  Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.  Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo.  Se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores, aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca.  Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor. Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz, ¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en canciones y grita con júbilo! tendrá la desamparada dice el Señor. Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas.  No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez. Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre! El Señor te llamará como a esposa abandonada; como a mujer angustiada de espíritu, como a esposa que se casó joven tan sólo para ser rechazada dice tu Dios.  Te abandoné por un instante, pero con profunda compasión volveré a unirme contigo. Por un momento, en un arrebato de enojo, escondí mi rostro de ti; pero con amor eterno te tendré compasión dice el Señor, tu Redentor.  Para mí es como en los días de Noé, cuando juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra. Así he jurado no enojarme más contigo, ni volver a reprenderte. Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece. ¡Mira tú, ciudad afligida, atormentada y sin consuelo! ¡Te afirmaré con turquesas, y te cimentaré con zafiros!  Con rubíes construiré tus almenas, con joyas brillantes tus puertas, y con piedras preciosas todos tus muros. El Señor mismo instruirá a todos tus hijos, y grande será su bienestar. Serás establecida en justicia; lejos de ti estará la opresión, y nada tendrás que temer; el terror se apartará de ti, y no se te acercará.  Si alguien te ataca, no será de mi parte; cualquiera que te ataque caerá ante ti.  Mira, yo he creado al herrero que aviva las brasas del fuego y forja armas para sus propios fines. Para que haga estragos.    No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será refutada. Ésta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí procede afirma el Señor.


(DA)
¿Quién ha creído en nuestro reporte? ¿A quién le es revelado el Brazo de YAHWEH [Yahshúa]?  Porque ante El, El creció como un retoño, como raíz de tierra seca. El, como raíz en tierra sedienta, no tiene forma, ni es buen mozo; nosotros lo vimos, y no tenía forma ni belleza.  Pero su forma era innoble, e inferior a la de los hijos de hombre, un hombre de sufrimiento, con conocimiento de tener enfermedades. Como alguno de quién la gente vuelve el rostro, fue despreciado, nosotros no lo estimamos. De hecho, El cargó con nuestras enfermedades, nuestros dolores, los cuales El sufrió. Sin embargo, lo tuvimos por castigado, golpeado y afligido por YAHWEH Elohim.  Pero Él fue herido por causa de nuestros pecados, machacado por nuestras iniquidades; el castigo de nuestro Shalom cayó sobre El  y por sus llagas hemos sido sanados.  Todos nosotros, como ovejas, nos descarriamos; cada cual se volvió por su propio camino; sin embargo, YAHWEH cargó sobre El  la culpa de todos nuestros pecados.  A pesar de ser maltratado, fue sumiso  El no abrió su boca. Como un cordero llevado al matadero, como oveja que ante sus trasquiladores está muda, El no abrió su boca. Después de arresto forzado y sentenciado, fue llevado fuera. ¿Quién lo declarará a su generación? El que El fuera cortado de la tierra de los vivientes, por las transgresiones de mi pueblo fue llevado a muerte.
Le fue dado un sepulcro entre los perversos; en su muerte Él estaba con un hombre rico. Aunque Él no había hecho violencia  ni engaño fue encontrado en su boca.  No obstante, le complació a YAHWEH quebrantarlo con enfermedades  para ver si se presentaba a sí como ofrenda de culpa. Si lo hace, verá su zera; y prolongará sus días; y a su mano el deseo de YAHWEH será cumplido. Después de esta prueba penosa, El verá luz después de la muerte. Porque El conoció dolor y sacrificio; mi siervo justo justifica a muchos; es por los pecados de ellos que El sufre.  Por lo tanto le asignaré parte con los transgresores, El dividirá el botín con los poderosos, por haberse expuesto a la muerte  y por ser contado entre los pecadores, mientras realmente cargando los pecados de muchos  e intercediendo por los transgresores.
¡Canta mujer estéril, tú, que nunca has tenido un hijo! ¡Prorrumpe en una canción y gritos de júbilo, tú, que nunca has estado de parto! Porque la mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que está viviendo con su esposo, dice YAHWEH.  Agranda el espacio de tu tienda, extiende las cortinas de tu morada; no escatimes, alarga tus cuerdas, refuerza las estacas de tu tienda. Porque te extenderás a la derecha y a la izquierda, tu zera poseerá los Gentiles, y habitarán las ciudades desoladas.  No temas, porque no estarás avergonzada; no te desanimes, porque no serás deshonrada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, no volverás a acordarte de la deshonra por ser viuda.  Tu esposo es tu Creador; YAHWEH  Tzevaot es Su Nombre. Y el Santo de Israel es tu Redentor. El será llamado el Elohim de toda la tierra. Porque YAHWEH te ha llamado de regreso  como una esposa abandonada y golpeada con dolor; "Una esposa casada en su juventud  no puede ser repudiada," dice YAHWEH tu Elohim.  Por un breve momento te abandoné, pero con gran misericordia tendré compasión de ti.  En un poco de ira, escondí mi rostro de ti; pero con misericordia eterna, tendré compasión de ti, dice YAHWEH tú Redentor.  Para mí esto es como la inundación de Noe. Así como juré que una inundación como la de Noe nunca más cubriría la tierra, así, ahora Yo juro que nunca más estaré enojado contigo o te reprenderé. Porque los montes se pueden apartar y las colinas ser removidas, pero mi misericordia nunca te dejará, y mi Pacto de Shalom no será removido, dice YAHWEH, Él es compasivo contigo.  [Ciudad] afligida y marginada, tú no has sido consolada, Yo prepararé carbunclo para tus piedras, echaré tus cimientos con zafiros, haré que tus ventanas brillen con rubíes, tus puertas con granate, tus paredes con piedras preciosas. Todos tus hijos serán enseñados por YAHWEH; tus hijos tendrán Shalom Rav [paz completa]. En justicia serás establecida lejos de la opresión, sin temerle a nada; lejos de la ruina, porque no se acercará a ti. Ellos seguro se reunirán juntos, no será de mi hechura; cualquiera que trate de forjar tal alianza caerá por tu causa. He aquí, Yo te he creado a ti, no para que seas herrero soplando sobre los carbones y forjar las armas para satisfacer su propósito; Yo te he creado a ti no para la ruina, que Yo deba destruirte.
Ninguna arma forjada prevalecerá contra ti. En la corte refutarás toda acusación, y tus adversarios serán condenados. Esta es herencia de los siervos de YAHWEH; la recompensa por su rectitud viene de mí, dice YAHWEH.



(PTD)
¿Quién realmente creyó lo que oímos? ¿Quién vio en ello el gran poder del Señor? Él siempre estuvo cerca del Señor. Creció como una pequeña planta, como una raíz en tierra seca. No había en él hermosura o majestad como para que nos fijáramos en él. No había en él nada atrayente como para que nos gustara.  La gente lo despreció y hasta sus amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos y no pensamos que fuera alguien importante. Verdaderamente él soportó todos nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores. Aunque nosotros pensamos que Dios lo había castigado, golpeado y afligido, en realidad él fue traspasado debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos. El castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos hicieron sanar a nosotros. Todos nosotros nos habíamos perdido como ovejas. Cada uno agarró su propio camino. Pero el Señor cargó en él todo el castigo que nosotros merecíamos. Lo trataron cruelmente y lo torturaron, pero él se mantuvo humilde y no protestó. Permaneció en silencio, como cuando llevan a un cordero al matadero o como cuando una oveja guarda silencio ante los que la trasquilan. Después de que lo arrestaron y condenaron, se lo llevaron. ¿Y a quién le importó lo que le iba a pasar? Porque a él lo quitaron del mundo de los vivos. Lo mataron por los pecados de su pueblo   Lo enterraron al lado de criminales y en una tumba de ricos, aunque él nunca fue violento ni engañó a nadie.  Pero el Señor se agradó de su humilde siervo, quien tanto sufrió. Después de ser ofrecido como sacrificio por el pecado, él verá a sus descendientes, alargará su existencia y la voluntad del Señor prosperará a través de él.  Después de ese terrible sufrimiento, él verá la luz. Se sentirá satisfecho con todo lo que experimentó. Mi siervo, que siempre hace lo justo, salvará a muchos, y cargará con el castigo que merecían las maldades de ellos.  Por lo tanto, yo haré que esté al lado de los grandes, y que comparta el botín con los poderosos. Porque él se entregó voluntariamente a la muerte. Fue tratado como un criminal, pero en realidad el cargó sobre sí el castigo que muchos merecían. Ahora él está ante mí, intercediendo por los pecadores.
El Señor dice: «Grita de alegría, mujer estéril. Tú que nunca has tenido dolores de parto, grita de júbilo y de alegría. Pues los hijos de la esposa abandonada serán más que los de la esposa que vive con su marido.   Amplía el espacio de tu carpa y extiende las cortinas. No te detengas. Alarga las cuerdas de tu carpa y asegura bien tus estacas.  Porque te expandirás a derecha e izquierda y tus descendientes poseerán naciones y poblarán ciudades abandonadas.  No tengas miedo, porque no serás avergonzada. No te desanimes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no recordarás la humillación de tu viudez.  Porque el Señor es tu marido, su nombre es el Señor Todopoderoso. El Santo Dios de Israel es tu Salvador. Él es conocido como el Dios de todo el mundo.  Eres como una esposa abandonada y angustiada, como una esposa todavía joven, aunque abandonada. Pero el Señor te ha llamado. Tu Dios dice: Por poco tiempo te abandoné pero, lleno de compasión, me volveré a unir a ti. Lleno de ira me oculté de ti por algún tiempo, pero te mostraré compasión con fiel amor eterno. Lo dice el Señor, tu Salvador.   Así como le prometí a Noé que nunca más volvería a inundar la tierra con un diluvio, así he prometido nunca más enojarme contigo ni amenazarte.  Aunque se muevan los montes y tiemblen las colinas, mi amor por ti seguirá firme y mi pacto de paz no tambaleará. Lo dice el Señor que se compadece de ti.  Ciudad afligida, azotada por tempestades y sin recibir consuelo de nadie. Fíjate, ahora yo pondré tus piedras sobre turquesa y echaré tus cimientos sobre zafiros.  Con rubíes construiré tus torres y tus puertas con joyas. Construiré toda tu muralla con piedras preciosas.  El Señor enseñará a todos tus hijos, la prosperidad de ellos será abundante.  La justicia salvadora te restaurará. Estarás a salvo de la opresión y ya no tendrás nada que temer porque el terror se mantendrá lejos de ti.  Si alguien te ataca, no lo habré enviado yo. Derrotarás a todo el que te ataque.  Fíjate, yo mismo creé al herrero que aviva las brasas en el fuego y produce las herramientas para su trabajo. Pero yo también creé al destructor para que causara ruina.  No tendrá éxito ningún arma que se fabrique para hacerte daño. Demostrarás la falsedad de todo aquel que hable contra ti en un tribunal. Esas son las ventajas de que gozarán los siervos del Señor y la salvación que les daré. El Señor lo ha decidido así.



El Señor Jesús ha llevado todos mis pecados y rebeliones, así también ha llevado a la cruz todas mis dolencia y enfermedades de manera que por esa yaga he sido sanado. Y desde esa cruz le habla a Su Iglesia que somos los que creemos en El que gritemos de alegría.

lunes, 24 de septiembre de 2012

El Señor Jesús Es Mi Salvación.


Salmo 27

Una promesa de bendición de la Palabra de Dios  tomada para bendecir tu vida.

(NVI) 
El Señor es mi luz y mi Salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? (no hay nada que me pueda infundir temor) Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen (dentro de mi esta habitando el poder creador de los cielos y la tierra, el Espíritu de Dios).  Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza. Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca. Me hará prevalecer frente a los enemigos que me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al Señor. Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo; compadécete de mí y respóndeme. El corazón me dice: "¡Busca su rostro!"  Y yo, Señor, tu rostro busco.  No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.  Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.  Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan.  No me entregues al capricho de mis adversarios, pues contra mí se levantan falsos testigos que respiran violencia. Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!

(DA)
Canto de David, antes de que fuera ungido: YAHWEH es mi luz y mi Salvador; ¿A quién temeré? YAHWEH es el defensor de mi vida; ¿De quién tendré miedo? Cuando los malhechores me asaltaron para devorar mi carne, mis perseguidores y enemigos, ellos desmayaron y cayeron. Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no temerá; si la guerra rompiera contra mí, aun así yo seguiré confiando.  Sólo una cosa he pedido a YAHWEH; sólo esto buscaré de todo corazón: que yo debo morar en la casa de YAHWEH todos los días de mi vida, para contemplar la belleza de YAHWEH y visitarle en Su Templo. Porque El me escondió en Su Tabernáculo en el día de mi aflicción, El me cobijó en el secreto de Su Tabernáculo, Él me puso en alto sobre una roca. Entonces mi cabeza levantó por encima de los enemigos a mí alrededor, y ofrecí en Su Tabernáculo el sacrificio de alegría; Yo cantaré, aun cantaré salmos a YAHWEH. Escucha, YAHWEH, mi voz cual he pronunciado alto; compadécete de mí, y escúchame.  Mi corazón dijo a Ti: "Yo diligentemente busqué Tu Rostro." Tu rostro, O YAHWEH, yo buscaré. No escondas tu rostro de mí, no rechaces con ira a tu siervo. Tú eres mi ayuda, no me abandones; no me dejes, O Elohim, mi Salvador, no me pases por alto.  A pesar de que mi padre y mi madre me hayan abandonado, YAHWEH me ha tomado para El.  Enséñame tu camino, YAHWEH; y guíame por senda allanada a causa de mis enemigos.  No me entregues al deseo de los que me afligen; porque se han levantado testigos falsos contra mí, y la injusticia ha mentido en ella misma.  Yo creo que he de ver la bondad de YAHWEH en la tierra de los vivientes.  Pon tu esperanza en YAHWEH, sé fuerte, y ¡qué tu corazón tome valor! ¡Sí, pon tu esperanza en YAHWEH!


(T-Amat) 
El Señor es mi luz y mi salvación: ¿a quién he de temer yo? El Señor es el defensor de mi vida: ¿quién me hará temblar?  Mientras están para echarse sobre mí los malhechores, a fin de devorar mis carnes, esos enemigos míos que me atribulan, esos mismos han flaqueado, y han caído.  Aunque acampen ejércitos contra mí, no temblará mi corazón. Aunque me embistan en batalla, entonces mantendré firme mi esperanza.  Una sola cosa he pedido al Señor, ésta solicitaré; y es que yo pueda vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida; para contemplar las delicias del Señor, frecuentando su templo.  Él es quien me tuvo escondido en su Tabernáculo; en los días aciagos me puso a cubierto en lo más recóndito de su pabellón.   Me ensalzó sobre una roca; y ahora me ha hecho prevalecer contra mis enemigos. Por tanto estaré alrededor de su Tabernáculo, inmolando sacrificios de júbilo o acción de gracias; cantando y entonando himnos al Señor.  Escucha, ¡oh Señor!, mis voces, con que te he invocado; ten misericordia de mí y óyeme.  Contigo ha hablado mi corazón; en busca de ti han andado mis ojos. ¡Oh, Señor! tu cara es la que yo busco. No apartes de mí tu rostro; no te retires enojado de tu siervo. Sé tú en mi ayuda; no me desampares, ni me desprecies, ¡oh Dios, salvador mío!  Porque mi padre y mi madre me desampararon; pero el Señor me ha tomado por su cuenta. Arregla, Señor, mis pasos en tu camino, y dirígeme por la recta senda, a causa de mis enemigos. No me abandones a los deseos de mis perseguidores; porque han conspirado contra mí testigos inicuos; mas la iniquidad ha mentido o dañado a sí misma. Yo espero que vea algún día los bienes del Señor en la tierra de los vivientes. Aguarda al Señor, y pórtate varonilmente; cobre aliento tu corazón, y espera con paciencia el Señor.


(PTD)
El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El Señor es la fortaleza de mi vida, así que no le temo a nadie.  Aunque los perversos me ataquen y traten de destruirme, todos ellos serán derrotados.  No tendré miedo aunque todo un ejército me rodee. Confiaré en Dios aunque me declaren la guerra.  Sólo una cosa le pido al Señor: Habitar en la casa del Señor por el resto de mi vida. Así podré disfrutar el placer de estar junto al Señor y visitarlo en su templo.  Cuando esté en peligro el Señor me protegerá en su casa. Él me esconderá bajo su techo, me llevará a un lugar seguro.  El Señor me ayudará a derrotar a los enemigos que me rodean. Así con alegría podré ofrecerle sacrificios en su templo y cantar en su honor.  Señor, responde a mi llamado, ten compasión de mí y ayúdame cuando te necesite.  Señor, busco conversar contigo y aquí estoy para adorarte con todo mi corazón.  No te alejes de mí, no ignores a tu servidor. Dios mío, tú eres mi Salvador. ¡No me dejes solo, no me abandones!   Aunque mis padres me abandonen, el Señor se encargará de mí.  Señor, enséñame a vivir como tú quieres. Guíame por el camino seguro; ayúdame porque tengo muchos enemigos.  No permitas que mis enemigos me derroten. Te pido esto porque mucha gente ha mentido sobre mí y ha tratado de hacerme daño.  Yo, en cambio, espero disfrutar de la felicidad mientras viva.  Confíen en el Señor. Sean fuertes y valientes, y confíen en que él les ayudará.


(LBLA)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor? Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.  Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.  Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo.   Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto.  Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan; y en su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR.  Escucha, oh SEÑOR, mi voz cuando clamo; ten piedad de mí, y respóndeme.  Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió: Tu rostro, SEÑOR, buscaré.  No escondas tu rostro de mí; no rechaces con ira a tu siervo; tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, oh Dios de mi salvación.  Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el SEÑOR me recogerá.  SEÑOR, enséñame tu camino, y guíame por senda llana por causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis adversarios; porque testigos falsos se han levantado contra mí, y los que respiran violencia.  Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes. Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.


El Señor Jesús ha venido a morar dentro de mi, a través de Su Espíritu, hoy tengo toda mi confianza en El, y no hay nada en este mundo que pueda atemorizarme, Su Luz esta en mi y cuando el enemigo me busca esta luz que esta en mi los desorienta porque Él es mi Salvación. Y hoy estoy viendo la manifestación de Su amor para mí.

sábado, 15 de septiembre de 2012

El Señor Jesús Es El Que Nos Llama Volvernos a El.



Ezequiel 14:1-11

Una promesa de bendición de la Palabra de Dios  tomada para bendecir tu vida.

(NVI) 
Unos jefes de Israel vinieron a visitarme, y se sentaron frente a mí.   Entonces el Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y a su paso han colocado trampas que los hacen pecar. ¿Cómo voy a permitir que me consulten?  Por tanto, habla con ellos y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: A todo israelita (creyente) que haya hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y que después de haber colocado a su paso trampas que lo hagan pecar consulte al profeta, yo el Señor le responderé según la multitud de sus ídolos malolientes.  Así cautivaré el corazón de los israelitas que por causa de todos esos ídolos malolientes se hayan alejado de mí.  Por tanto, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: ¡Arrepiéntanse! Apártense de una vez por todas de su idolatría y de toda práctica repugnante.  Yo seré quien le responda a todo israelita o inmigrante que resida en Israel y que se haya alejado de mí: al que haya hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, o haya colocado ante sí trampas que lo hayan hecho pecar, y luego haya acudido al profeta para consultarme. Me enfrentaré a él, y de él haré una señal de escarmiento, y lo extirparé de mi pueblo. Así sabrán que yo soy el Señor.  Si un profeta es seducido y pronuncia un mensaje, será porque yo, el Señor, lo he seducido. Así que levantaré mi mano contra él, y lo haré pedazos en presencia de mi pueblo.  Tanto el profeta como quien lo haya consultado cargarán con la misma culpa, para que el pueblo de Israel ya no se aparte de mí ni vuelva a mancharse con sus pecados. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Lo afirma el Señor omnipotente.


(DA)
Entonces ciertos ancianos de Israel vinieron a mí; y mientras ellos estaban sentados conmigo, la palabra de YAHWEH vino a mí: Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, así han puesto ante ellos la piedra de tropiezo que lleva al pecado. ¿Podría Yo dejarlos que me consulten de modo alguno?  Por lo tanto habla a ellos, y diles que YAHWEH Elohim dice: Todos en la casa de Israel que tomen sus ídolos en su corazón, así poniendo delante de ellos la piedra de tropiezo que lleva al pecado, y después vienen al profeta, Yo mismo, YAHWEH les responderé en una forma conforme a sus muchos ídolos, para que tomen a la casa de Israel en sus corazones; puesto que por medio de sus ídolos, todos ellos se han apartado de mí.  Por lo tanto di a la casa de Israel que YAHWEH Elohim dice: ¡Arrepiéntanse! ¡Vuélvanse de sus ídolos, vuelvan sus rostros de sus prácticas abominables!  Porque todos, ya sean de la casa de Israel o el extranjero habitando en Israel, que se separa de mí y toma sus ídolos en su corazón, así poniendo delante de él la piedra de tropiezo que lleva al pecado, y después viene al profeta pidiéndole a él que me consulte por él, Yo mismo, YAHWEH, le responderé.  Yo pondré mi rostro contra esa persona, lo haré una señal de advertencia y un ejemplo, y lo cortaré de mi pueblo. Entonces ustedes sabrán que Yo soy YAHWEH.  Ahora, cuando sea que un profeta es seducido a hablar una palabra, seré Yo, YAHWEH, quien habrá seducido a ese profeta. Yo extenderé mi brazo sobre él y lo destruiré de entre mi pueblo Israel.  Los profetas cargarán con la iniquidad de sus pecados –el pecado del profeta será el mismo que el pecado del que consulta– así la casa de Israel ya no se extravíe de mí ni se profanen a sí con todos sus iniquidades, mas bien, ellos serán mi pueblo y Yo seré su Elohim, dice YAHWEH Elohim.


(T-Amat) 
Y vinieron a encontrarme algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron junto a mí. Y me habló el Señor, diciendo: Hijo de hombre, esos varones llevan sus inmundicias o ídolos dentro de sus corazones, y tienen siempre delante de sí el escándalo de su maldad. Cuando ellos me pregunten, ¿piensas acaso que les contestaré?  Por tanto, háblales, y diles: Esto dice el Señor Dios: Cualquier hombre de la casa de Israel que tenga colocadas en su corazón sus inmundicias o ídolos, y tenga delante de sí el escándalo de su maldad, y viniere a encontrar el profeta para preguntarme por su medio, yo el Señor le responderé según sus inmundicias o idolatrías;  para que la casa de Israel halle su ruina en su propio corazón, con el cual se alejaron de mí para seguir todos sus ídolos. Por tanto, di a la casa de Israel: Así habla el Señor Dios: Convertíos, y apartaos de vuestros ídolos, y no volváis vuestras caras para mirar todas vuestras abominaciones.   Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y cualquier extranjero que sea prosélito en Israel, si se enajenare de mí, y colocare sus ídolos en su corazón, y estableciere delante de sí el escándalo de su iniquidad, y viniere a encontrar al profeta, a fin de preguntarme por medio de éste, yo el Señor le responderé a él por mí o según mi justicia; y miraré a aquel hombre con rostro airado, y haré que venga a ser el escarmiento y la fábula de todos, y le exterminaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy el Señor.
Y cuando cayere el profeta en error, y hablare falso, yo el Señor he dejado que se engañase aquel profeta: mas yo descargaré mi mano sobre él, y lo borraré del censo del pueblo mío de Israel. Y ellos llevarán la pena de su iniquidad; según sea el castigo de la iniquidad del que consulte, así será el castigo de la iniquidad del profeta que responda, a fin de que en adelante no se desvíe de mí la familia de Israel, ni se contamine con todas sus prevaricaciones; sino que sean ellos el pueblo mío, y yo sea su Dios, dice el Señor de los ejércitos.


(PTD)
Vinieron a mí unos líderes de Israel y se sentaron frente a mí.  El Señor me dijo: Hijo de hombre, estos hombres todavía piensan en sus repugnantes ídolos. ¡Tienen entre ceja y ceja esos obstáculos que los hacen tropezar! ¿Por qué ahora debo permitirles que acudan a pedirme ayuda?  Por lo tanto, háblales y diles que esto es lo que dice el Señor Dios: “Algunos israelitas, por las dudas, todavía rinden culto a sus repugnantes ídolos y se colocan el pecado propio como una piedra de tropiezo para sí mismos, ¡y a la vez acuden a los profetas por ayuda! Pues a ellos yo mismo les diré que vayan entonces a pedir ayuda a sus ídolos."  Lo haré para recalcarles que todos sus repugnantes ídolos los han abandonado.  Por lo tanto, dile al pueblo de Israel que el Señor Dios dice: “Apártate de todos tus repugnantes ídolos, deja de hacer cosas horribles”.  Porque si algún israelita o algún extranjero que viva en Israel se aparta de mí para ir a adorar ídolos repugnantes o pone piedras de tropiezo delante suyo y luego viene a pedir ayuda a uno de los profetas, entonces le responderé con el juramento: de enfrentarme a él y de que sirva de escarmiento a los demás, quienes hablarán de él. Ya no será parte de mi pueblo. ¡Así aprenderán que yo soy el Señor! Y si algún profeta es tan insensato como para darle un mensaje profético a alguien así, entonces yo, el Señor me encargaré de mostrarle al profeta su insensatez. Levantaré mi mano contra él, lo destruiré y lo echaré de mi pueblo.  O sea que el profeta será tan culpable como el idólatra que buscaba ayuda.  Para que no puedan llevar al pueblo de Israel a cometer más errores y se aparten de mí, y para que los profetas no sean profanados por la culpa de todo el pueblo. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Es la decisión del Señor.

(LBLA)
Entonces vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí.  Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en su corazón, y han puesto delante de su rostro lo que los hace caer en su iniquidad. ¿Me dejaré yo consultar por ellos?  Por tanto, háblales y diles: Así dice el Señor DIOS: Cualquier hombre de la casa de Israel que erija sus ídolos en su corazón, y que ponga delante de su rostro lo que lo hace caer en su iniquidad, y después venga al profeta, yo, el SEÑOR, le responderé entonces de acuerdo con la multitud de sus ídolos, a fin de alcanzar a la casa de Israel en sus corazones, que están apartados de mí a causa de todos sus ídolos. Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice el Señor DIOS: Arrepentíos y apartaos de vuestros ídolos, y de todas vuestras abominaciones apartad vuestros rostros.  Porque a cualquiera de la casa de Israel, o de los forasteros que residen en Israel, que se aleje de mí y erija sus ídolos en su corazón, que ponga delante de su rostro lo que lo hace caer en su iniquidad, y después venga al profeta para consultarme por medio de él, yo, el SEÑOR, le responderé por mí mismo. Y pondré mi rostro contra ese hombre, haré de él señal y proverbio, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy el SEÑOR.  Pero si el profeta se deja engañar y dice algo, soy yo, el SEÑOR, el que he engañado a ese profeta, y extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel.  Llevarán ambos el castigo de su iniquidad; como la iniquidad del que consulta será la iniquidad del profeta, a fin de que la casa de Israel no se desvíe más de mí ni se contamine más con todas sus transgresiones. Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios declara el Señor DIOS.