Salmo
27:1-16
Una
promesa de bendición de la Palabra de Dios
tomada para bendecir tu vida.
(NVI)
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién
temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? Cuando los malvados avanzan contra mí para
devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los
que tropiezan y caen. Aun cuando un
ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra
mí, yo mantendré la confianza. Una sola
cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme
en su templo. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada;
al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca. Me hará prevalecer frente a los enemigos que
me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al
Señor.
(DA)
Canto de David, antes de que fuera ungido:
YAHWEH es mi luz y mi Salvador; ¿A quién temeré? YAHWEH es el defensor de mi
vida; ¿De quién tendré miedo? Cuando los
malhechores me asaltaron para devorar mi carne, mis perseguidores y enemigos,
ellos desmayaron y cayeron. Si un
ejército acampa contra mí, mi corazón no temerá; si la guerra rompiera contra
mí, aun así yo seguiré confiando. Sólo
una cosa he pedido a YAHWEH; sólo esto buscaré de todo corazón: que yo debo
morar en la casa de YAHWEH todos los días de mi vida, para contemplar la
belleza de YAHWEH y visitarle en Su Templo. Porque El me escondió en Su Tabernáculo en el
día de mi aflicción, El me cobijó en el secreto de Su Tabernáculo, Él me puso
en alto sobre una roca. Entonces mi
cabeza levantó por encima de los enemigos a mí alrededor, y ofrecí en Su
Tabernáculo el sacrificio de alegría; Yo cantaré, aun cantaré salmos a YAHWEH.
(BAD)
El Señor es mi luz y mi salvación;¿a quién
temeré? El Señor es el baluarte de mi vida;¿quién podrá amedrentarme? Cuando los malvados avanzan contra mí para
devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los
que tropiezan y caen. Aun cuando un
ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra
mí, yo mantendré la confianza. Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único
que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Porque en el día de
la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tienda me
protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca. Me hará prevalecer frente a los enemigos que
me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al
Señor.
(PTD)
El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién
podría yo temerle? El Señor es la fortaleza de mi vida, así que no le temo a
nadie. Aunque los perversos me ataquen y
traten de destruirme, todos ellos serán derrotados. No tendré miedo aunque todo un ejército me
rodee. Confiaré en Dios aunque me declaren la guerra. Sólo una cosa le pido al Señor: Habitar en la
casa del Señor por el resto de mi vida. Así podré disfrutar el placer de estar
junto al Señor y visitarlo en su templo. Cuando esté en peligro el Señor me
protegerá en su casa. Él me esconderá bajo su techo, me llevará a un lugar seguro. El Señor me ayudará a derrotar a los enemigos
que me rodean. Así con alegría podré ofrecerle sacrificios en su templo y
cantar en su honor.
(LBLA)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi
salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién
tendré temor? Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes,
ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá
mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré
confiado. Una cosa he pedido al SEÑOR, y
ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo. Porque en el día de la angustia me esconderá
en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me
pondrá en alto. Entonces será levantada
mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan; y en su tienda ofreceré sacrificios
con voces de júbilo; cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR.
El Señor Jesús es el Ilumina mi vida y con El no
hay temor, por eso he dedicado mi vida para permanecer en Su presencia y dando alabanzas
a Su Nombre. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Amen. Y Amen.
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