domingo, 19 de agosto de 2012

El Señor Jesús Es Mi Luz Y Salvación


Salmo 27:1-16

Una promesa de bendición de la Palabra de Dios  tomada para bendecir tu vida.

(NVI) 
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?  Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen.  Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.  Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca.  Me hará prevalecer frente a los enemigos que me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al Señor.


(DA)
Canto de David, antes de que fuera ungido: YAHWEH es mi luz y mi Salvador; ¿A quién temeré? YAHWEH es el defensor de mi vida; ¿De quién tendré miedo?  Cuando los malhechores me asaltaron para devorar mi carne, mis perseguidores y enemigos, ellos desmayaron y cayeron.  Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no temerá; si la guerra rompiera contra mí, aun así yo seguiré confiando.  Sólo una cosa he pedido a YAHWEH; sólo esto buscaré de todo corazón: que yo debo morar en la casa de YAHWEH todos los días de mi vida, para contemplar la belleza de YAHWEH y visitarle en Su Templo.  Porque El me escondió en Su Tabernáculo en el día de mi aflicción, El me cobijó en el secreto de Su Tabernáculo, Él me puso en alto sobre una roca.  Entonces mi cabeza levantó por encima de los enemigos a mí alrededor, y ofrecí en Su Tabernáculo el sacrificio de alegría; Yo cantaré, aun cantaré salmos a YAHWEH.


(BAD) 
El Señor es mi luz y mi salvación;¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida;¿quién podrá amedrentarme?  Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen.  Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza. Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tienda me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca.  Me hará prevalecer frente a los enemigos que me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al Señor.


(PTD)
El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El Señor es la fortaleza de mi vida, así que no le temo a nadie.  Aunque los perversos me ataquen y traten de destruirme, todos ellos serán derrotados.  No tendré miedo aunque todo un ejército me rodee. Confiaré en Dios aunque me declaren la guerra.  Sólo una cosa le pido al Señor: Habitar en la casa del Señor por el resto de mi vida. Así podré disfrutar el placer de estar junto al Señor y visitarlo en su templo. Cuando esté en peligro el Señor me protegerá en su casa. Él me esconderá bajo su techo, me llevará a un lugar seguro.  El Señor me ayudará a derrotar a los enemigos que me rodean. Así con alegría podré ofrecerle sacrificios en su templo y cantar en su honor.


(LBLA)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor? Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.  Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.  Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo.  Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto.  Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan; y en su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR.


El Señor Jesús es el Ilumina mi vida y con El no hay temor, por eso he dedicado mi vida para permanecer en Su presencia y dando alabanzas a Su Nombre. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Amen. Y Amen.

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