Isaías
53-54
Una
promesa de bendición de la Palabra de Dios
tomada para bendecir tu vida.
(NVI)
¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién
se le ha revelado el poder del Señor? Creció en su presencia como vástago tierno,
como raíz de tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto
no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y
rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos
evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos. Ciertamente él cargó con
nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos
herido, golpeado por Dios, y humillado. Él
fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas
fuimos sanados. Todos andábamos
perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo
recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. Maltratado y humillado, ni
siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja,
enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca. Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron
muerte; nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los
vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo. Se le asignó un sepulcro con los malvados, y
murió entre los malhechores, aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo
engaño en su boca. Pero el Señor quiso
quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su
descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor. Después
de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi
siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Por
lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los
fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los
transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz,
¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en
canciones y grita con júbilo! tendrá la desamparada dice el Señor. Ensancha el
espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites!
Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te
extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas. No temas, porque no serás avergonzada. No te
turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no
recordarás más el oprobio de tu viudez. Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre
es el Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la
tierra es su nombre! El Señor te llamará como a esposa abandonada; como a mujer
angustiada de espíritu, como a esposa que se casó joven tan sólo para ser
rechazada dice tu Dios. Te abandoné por
un instante, pero con profunda compasión volveré a unirme contigo. Por un
momento, en un arrebato de enojo, escondí mi rostro de ti; pero con amor eterno
te tendré compasión dice el Señor, tu Redentor. Para mí es como en los días de Noé, cuando
juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra. Así he jurado
no enojarme más contigo, ni volver a reprenderte. Aunque cambien de lugar las
montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni
vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece. ¡Mira tú,
ciudad afligida, atormentada y sin consuelo! ¡Te afirmaré con turquesas, y te
cimentaré con zafiros! Con rubíes
construiré tus almenas, con joyas brillantes tus puertas, y con piedras
preciosas todos tus muros. El Señor mismo instruirá a todos tus hijos, y grande
será su bienestar. Serás establecida en justicia; lejos de ti estará la
opresión, y nada tendrás que temer; el terror se apartará de ti, y no se te
acercará. Si alguien te ataca, no será
de mi parte; cualquiera que te ataque caerá ante ti. Mira, yo he creado al herrero que aviva las
brasas del fuego y forja armas para sus propios fines. Para que haga estragos. No
prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será
refutada. Ésta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí
procede afirma el Señor.
(DA)
¿Quién ha creído en nuestro reporte? ¿A quién
le es revelado el Brazo de YAHWEH [Yahshúa]? Porque ante El, El creció como un retoño, como
raíz de tierra seca. El, como raíz en tierra sedienta, no tiene forma, ni es
buen mozo; nosotros lo vimos, y no tenía forma ni belleza. Pero su forma era innoble, e inferior a la de
los hijos de hombre, un hombre de sufrimiento, con conocimiento de tener
enfermedades. Como alguno de quién la gente vuelve el rostro, fue despreciado,
nosotros no lo estimamos. De hecho, El cargó con nuestras enfermedades, nuestros
dolores, los cuales El sufrió. Sin embargo, lo tuvimos por castigado, golpeado
y afligido por YAHWEH Elohim. Pero Él
fue herido por causa de nuestros pecados, machacado por nuestras iniquidades; el
castigo de nuestro Shalom cayó sobre El y por sus llagas hemos sido sanados. Todos nosotros, como ovejas, nos descarriamos;
cada cual se volvió por su propio camino; sin embargo, YAHWEH cargó sobre El la culpa de todos nuestros pecados. A pesar de ser maltratado, fue sumiso El no abrió su boca. Como un cordero llevado
al matadero, como oveja que ante sus trasquiladores está muda, El no abrió su
boca. Después de arresto forzado y sentenciado, fue llevado fuera. ¿Quién lo
declarará a su generación? El que El fuera cortado de la tierra de los
vivientes, por las transgresiones de mi pueblo fue llevado a muerte.
Le fue dado un sepulcro entre los perversos; en
su muerte Él estaba con un hombre rico. Aunque Él no había hecho violencia ni engaño fue encontrado en su boca. No obstante, le complació a YAHWEH
quebrantarlo con enfermedades para ver
si se presentaba a sí como ofrenda de culpa. Si lo hace, verá su zera; y
prolongará sus días; y a su mano el deseo de YAHWEH será cumplido. Después de
esta prueba penosa, El verá luz después de la muerte. Porque El conoció dolor y
sacrificio; mi siervo justo justifica a muchos; es por los pecados de ellos que
El sufre. Por lo tanto le asignaré parte
con los transgresores, El dividirá el botín con los poderosos, por haberse
expuesto a la muerte y por ser contado
entre los pecadores, mientras realmente cargando los pecados de muchos e intercediendo por los transgresores.
¡Canta mujer estéril, tú, que nunca has tenido
un hijo! ¡Prorrumpe en una canción y gritos de júbilo, tú, que nunca has estado
de parto! Porque la mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que está
viviendo con su esposo, dice YAHWEH. Agranda el espacio de tu tienda, extiende las
cortinas de tu morada; no escatimes, alarga tus cuerdas, refuerza las estacas
de tu tienda. Porque te extenderás a la derecha y a la izquierda, tu zera
poseerá los Gentiles, y habitarán las ciudades desoladas. No temas, porque no estarás avergonzada; no te
desanimes, porque no serás deshonrada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, no
volverás a acordarte de la deshonra por ser viuda. Tu esposo es tu Creador; YAHWEH Tzevaot es Su Nombre. Y el Santo de Israel es
tu Redentor. El será llamado el Elohim de toda la tierra. Porque YAHWEH te ha
llamado de regreso como una esposa
abandonada y golpeada con dolor; "Una esposa casada en su juventud no puede ser repudiada," dice YAHWEH tu
Elohim. Por un breve momento te
abandoné, pero con gran misericordia tendré compasión de ti. En un poco de ira, escondí mi rostro de ti; pero
con misericordia eterna, tendré compasión de ti, dice YAHWEH tú Redentor. Para mí esto es como la inundación de Noe.
Así como juré que una inundación como la de Noe nunca más cubriría la tierra,
así, ahora Yo juro que nunca más estaré enojado contigo o te reprenderé. Porque
los montes se pueden apartar y las colinas ser removidas, pero mi misericordia
nunca te dejará, y mi Pacto de Shalom no será removido, dice YAHWEH, Él es
compasivo contigo. [Ciudad] afligida y
marginada, tú no has sido consolada, Yo prepararé carbunclo para tus piedras, echaré
tus cimientos con zafiros, haré que tus ventanas brillen con rubíes, tus
puertas con granate, tus paredes con piedras preciosas. Todos tus hijos serán
enseñados por YAHWEH; tus hijos tendrán Shalom Rav [paz completa]. En justicia
serás establecida lejos de la opresión, sin temerle a nada; lejos de la ruina,
porque no se acercará a ti. Ellos seguro se reunirán juntos, no será de mi
hechura; cualquiera que trate de forjar tal alianza caerá por tu causa. He
aquí, Yo te he creado a ti, no para que seas herrero soplando sobre los
carbones y forjar las armas para satisfacer su propósito; Yo te he creado a ti
no para la ruina, que Yo deba destruirte.
Ninguna arma forjada prevalecerá contra ti. En
la corte refutarás toda acusación, y tus adversarios serán condenados. Esta es
herencia de los siervos de YAHWEH; la recompensa por su rectitud viene de mí, dice
YAHWEH.
(PTD)
¿Quién realmente creyó lo que oímos? ¿Quién
vio en ello el gran poder del Señor? Él siempre estuvo cerca del Señor. Creció
como una pequeña planta, como una raíz en tierra seca. No había en él hermosura
o majestad como para que nos fijáramos en él. No había en él nada atrayente
como para que nos gustara. La gente lo
despreció y hasta sus amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y
conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos
y no pensamos que fuera alguien importante. Verdaderamente él soportó todos
nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores. Aunque nosotros pensamos
que Dios lo había castigado, golpeado y afligido, en realidad él fue traspasado
debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos.
El castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos
hicieron sanar a nosotros. Todos nosotros nos habíamos perdido como ovejas.
Cada uno agarró su propio camino. Pero el Señor cargó en él todo el castigo que
nosotros merecíamos. Lo trataron cruelmente y lo torturaron, pero él se mantuvo
humilde y no protestó. Permaneció en silencio, como cuando llevan a un cordero
al matadero o como cuando una oveja guarda silencio ante los que la trasquilan.
Después de que lo arrestaron y condenaron, se lo llevaron. ¿Y a quién le
importó lo que le iba a pasar? Porque a él lo quitaron del mundo de los vivos.
Lo mataron por los pecados de su pueblo
Lo enterraron al lado de criminales y en una tumba de ricos, aunque él
nunca fue violento ni engañó a nadie. Pero
el Señor se agradó de su humilde siervo, quien tanto sufrió. Después de ser
ofrecido como sacrificio por el pecado, él verá a sus descendientes, alargará
su existencia y la voluntad del Señor prosperará a través de él. Después de ese terrible sufrimiento, él verá
la luz. Se sentirá satisfecho con todo lo que experimentó. Mi siervo, que
siempre hace lo justo, salvará a muchos, y cargará con el castigo que merecían
las maldades de ellos. Por lo tanto, yo
haré que esté al lado de los grandes, y que comparta el botín con los
poderosos. Porque él se entregó voluntariamente a la muerte. Fue tratado como
un criminal, pero en realidad el cargó sobre sí el castigo que muchos merecían.
Ahora él está ante mí, intercediendo por los pecadores.
El Señor dice: «Grita de alegría, mujer
estéril. Tú que nunca has tenido dolores de parto, grita de júbilo y de
alegría. Pues los hijos de la esposa abandonada serán más que los de la esposa
que vive con su marido. Amplía el espacio de tu carpa y extiende las
cortinas. No te detengas. Alarga las cuerdas de tu carpa y asegura bien tus
estacas. Porque te expandirás a derecha
e izquierda y tus descendientes poseerán naciones y poblarán ciudades
abandonadas. No tengas miedo, porque no
serás avergonzada. No te desanimes, porque no serás humillada. Olvidarás la
vergüenza de tu juventud y no recordarás la humillación de tu viudez. Porque el Señor es tu marido, su nombre es el
Señor Todopoderoso. El Santo Dios de Israel es tu Salvador. Él es conocido como
el Dios de todo el mundo. Eres como una
esposa abandonada y angustiada, como una esposa todavía joven, aunque
abandonada. Pero el Señor te ha llamado. Tu Dios dice: Por poco tiempo te
abandoné pero, lleno de compasión, me volveré a unir a ti. Lleno de ira me
oculté de ti por algún tiempo, pero te mostraré compasión con fiel amor eterno.
Lo dice el Señor, tu Salvador. Así como
le prometí a Noé que nunca más volvería a inundar la tierra con un diluvio, así
he prometido nunca más enojarme contigo ni amenazarte. Aunque se muevan los montes y tiemblen las
colinas, mi amor por ti seguirá firme y mi pacto de paz no tambaleará. Lo dice
el Señor que se compadece de ti. Ciudad
afligida, azotada por tempestades y sin recibir consuelo de nadie. Fíjate,
ahora yo pondré tus piedras sobre turquesa y echaré tus cimientos sobre
zafiros. Con rubíes construiré tus
torres y tus puertas con joyas. Construiré toda tu muralla con piedras
preciosas. El Señor enseñará a todos tus
hijos, la prosperidad de ellos será abundante. La justicia salvadora te restaurará. Estarás a
salvo de la opresión y ya no tendrás nada que temer porque el terror se
mantendrá lejos de ti. Si alguien te
ataca, no lo habré enviado yo. Derrotarás a todo el que te ataque. Fíjate, yo mismo creé al herrero que aviva
las brasas en el fuego y produce las herramientas para su trabajo. Pero yo también
creé al destructor para que causara ruina.
No tendrá éxito ningún arma que se fabrique para hacerte daño.
Demostrarás la falsedad de todo aquel que hable contra ti en un tribunal. Esas
son las ventajas de que gozarán los siervos del Señor y la salvación que les
daré. El Señor lo ha decidido así.
El Señor Jesús ha llevado todos mis pecados y rebeliones,
así también ha llevado a la cruz todas mis dolencia y enfermedades de manera
que por esa yaga he sido sanado. Y desde esa cruz le habla a Su Iglesia que
somos los que creemos en El que gritemos de alegría.
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