Éxodo
33:11-14
Una
promesa de bendición de la Palabra de Dios
tomada para bendecir tu vida.
(NVI)
Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara,
como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento;
pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión. Moisés
le dijo al Señor: Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me
has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo y que cuento con tu favor. Pues si realmente
es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor.
Ten presente que los israelitas son tu pueblo. Yo mismo iré contigo y te daré descanso
respondió el Señor.
(DA)
YAHWEH hablaba con Moises cara a cara, como un
hombre habla con su amigo. Luego regresaba al campamento; pero el joven que era
su asistente, Yahoshúa el hijo de Nun, nunca salía de adentro del Tabernáculo. Moises
dijo a YAHWEH: "Mira, Tú me dices: '¡Haz que este pueblo se mueva
adelante!' Pero Tú no me has dicho a quién mandarás conmigo. Sin embargo, Tú
has dicho: “Yo te conozco por nombre”, y también: “Has encontrado favor a mi
vista.” Ahora, por favor, si es en
realidad el caso que yo he encontrado favor a tu vista, muéstrame tus caminos;
para que yo te entienda a ti y continúe encontrando favor a tu vista. Además,
sigue mirando a esta gran nación como tu pueblo. El respondió: "Pon tu
mente en reposo –mi presencia irá contigo, después de todo."
(BAD)
Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara,
como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento;
pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión. Moisés
le dijo al Señor:—Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me
has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu
amigo y que cuento con tu favor. Pues si realmente es así, dime qué
quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que
los israelitas son tu pueblo. —Yo mismo iré contigo y te daré descanso
—respondió el Señor.
(PTD)
El Señor le hablaba a Moisés cara a cara, como
quien le habla a un amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su siervo
Josué hijo de Nun, no se alejaba de la carpa. Moisés le dijo al Señor: —Tú me
dijiste que guiara a este pueblo pero no me dijiste a quién ibas a mandar
conmigo. También me dijiste que me conocías muy bien y estabas contento
conmigo. Si en verdad estás contento conmigo, enséñame tus planes para así
seguir siendo de tu agrado. Acuérdate de que todo este pueblo es tuyo. —Yo
mismo te voy a guiar —dijo el Señor.
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